«La iglesia de los Paolotti tenía un pequeño templo en forma de baptisterio donde las “bigotudas” llevaban los animales para que los frailes los bendijeran», nos cuenta Fellini.
«¿Y qué te parece que venimos a ver el día de San Antonio mientras tú bendices a los animales? ¿Las nalgas de las ovejas?», piensa Titta mientras se confiesa en Amarcord.
(foto Giulia Ripalti)